Hace muchos años era privilegio únicamente de las catedrales
europeas dar vida a sus espacios interiores con la magia que
transmiten los vitrales, ahora está al alcance de nuestra mano
poder llenar de luz cada área de nuestra casa. Y es que un
vitral no tiene que ser solamente un elemento decorativo más
en nuestro hogar, un vitral le da vida al espacio en el que se
encuentra y poder disfrutar de la calidez de sus colores reflejados en pisos y paredes es un placer que alimenta los sentidos.
Los vitrales son tan versátiles que se pueden adaptar perfec tamente a los diferentes estilos arquitectónicos y de decoración, además no son exclusivos de iglesias o casas, sino que
también se utilizan en tiendas, restaurantes, etc., se usan en
ventanales, en lámparas, para espejos, marcos, decoraciones
navideñas y hasta en joyería, pueden ser de interior o exterior,
incluso pueden ser usados a la intemperie como decoración en
jardines.
Existen varios tipos de vitrales, los mas usados son los de canaleta de plomo y los vitrales con cinta de cobre, estos últimos
muy populares por ser la técnica utilizada para la elaboración
de las lámparas Tiffany.
Para la elaboración de las piezas se siguen usando técnicas
medievales y lo único que ha cambiado es que se han modernizado las herramientas para hacer el proceso más eficiente,
pero la base es la misma.
Se pueden crear desde magníficos diseños de grandes dimensiones hasta figuras mucho más pequeñas, no hay límite para
la imaginación del artista.
Nota por: Gabriela Luque, Arquitecto y Vitralista Green Leaf Studio
En colaboración con el Colegio de Arquitectos de Honduras