Moschino es una de las marcas de moda más aclamadas a nivel mundial por sus diseños
referentes a la cultura pop, coloridos y llenos de diversión.
Todo inició con Franco Moschino, nacido cerca de Milán donde luego fue a estudiar bellas
artes en donde había planeado convertirse en pintor. En 1971, a la edad de 21 años, trabajo
como ilustrador para Gianni Versace, uno de sus alentadores para que iniciara su propia
marca.
Luego, años después, lanza su marca “Moschino Couture!”, siendo una sensación al
instante para el público. Los años siguientes desarrolló accesorios, una línea de jeans, una
línea para hombre y fragancias. De igual manera, lanzo otra linea llamada “Moschino
‘Cheap and Chic’.
Moschino demostraba de una manera bastante particular su opinión y creencias de la moda
con toques bastantes surrealistas y llenos de extravagancias y exageraciones, encajando
de manera perfecta para el público de los años 80. A pesar de que sus diseños eran ironías
y críticas contra el mundo de la moda, su aclamación era muy grande ante la sociedad. El
decidió atacar la industria desde adentro. Moschino parodiaba el estatus consumista de la
sociedad, a esas que llamaba “víctimas de la moda”, jugando con la joyería extravagante
extrema, atuendos como la chaqueta Chanel con botones gigantes, utilizando logos llenos
de ironía en sus prendas, símbolos que en la época iban relacionados con el estatus social
alto. En sus pasarelas y campañas, popularizó varias frases que llevaban este concepto
crítico contra la moda. “No existe el buen gusto” es una de sus frases más reconocidas,
intentando que las personas adoptaran este pensamiento.
“He estado burlandome de Chanel con un gran respeto”
Franco Moschino para The New Yorker, 1989
Franco, sin embargo, no se consideraba a sí mismo un diseñador, se consideraba más
mitad sastre y mitad artista incluso sin ser el que llevaba a cabo sus cortes y costuras
impecables. Incluso en ocasiones se consideraba a sí mismo nada más un “decorador”.
Para él, la moda se ha había se convirtió nada más en una fuente de ingreso, pero sin
embargo con una gran popularidad en sus manos, Franco Moschino se sentía algo
presionado a seguir con sus creaciones puesto a que, como él mismo decía, “las personas
esperan algo específico de mi.” . De esta manera, en sus colecciones próximas y en sus
campañas hacia consciencia a muchos problemas sociales, problemas con las drogas, el
racismo, el medio ambiente, contra el consumismo y eventualmente con el crecimiento del
VIH/SIDA. Además, Franco apoyaba muchas organizaciones benéficas como ser
programas de rehabilitación de drogas y hospitales.
Uno de los grandes diseñadores de la época, incluso llegó a ser comparado y referido como
el “Jean Paul Gaultier italiano” Franco Moschino tomo una visión diferente de la moda
buscando imponer y romper las reglas impuestas con una opinión “antifashion”, ya que
para él el mundo de la moda era una arma letal para las personas, tóxica y sin sentido. El
deseaba enviar el mensaje al mundo de que cualquiera puede vestir a su manera, que la
moda es algo divertido y único. Un pensamiento que logró perdurar a pesar de su muerte el
18 de septiembre de 1994 a causa del SIDA. Su legado rebelde y avant-garde permanece
asociado con la marca y con el nombre Moschino.
“Si no puedes ser elegante, al menos se extravagante”
Franco Moschino