Es importante mantener una alimentación balanceada, que incluya el consumo de proteínas, probióticos, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Dormir entre 7 y 8 horas al día, practicar actividad física moderada y evitar fumar y el consumo de alcohol en exceso.
El sistema inmunológico es el sistema de defensas del cuerpo. Lo defiende de sustancias y microrganismos, incluyendo los virus, nocivos para la salud. Hay muchos factores que intervienen en el buen funcionamiento de las “defensas” y uno de ellos es la alimentación.
Si bien es cierto, la forma correcta de prevenir el ataque de gérmenes, bacterias y virus es seguir las normas y protocolos de las autoridades sanitarias, existen nutrientes que contribuyen a mejorar nuestra respuesta inmune. Aumentar nuestras defensas o barrera protectora, a través de una alimentación balanceada, contribuye a estar más protegidos. Para lograrlo, Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica, le recomienda qué nutrientes debe consumir diariamente:
1. Proteínas: los anticuerpos están hechos a base de proteínas y por ello son indispensables para un sistema inmunológico sano. Igualmente, las proteínas son necesarias para nuestros músculos y para sanar las heridas. Algunos ejemplos de proteínas son el huevo, el queso, la leche y la carne de res, pollo y pescado. Los frijoles también contienen proteína, pero deben mezclarse con arroz o tortilla para tener una proteína completa.
2. Probióticos: la flora o microbiota intestinal, es el conjunto de bacterias que viven naturalmente en el intestino. Estas bacterias no son perjudiciales para la salud, por el contrario, juegan un papel importante como parte de nuestro sistema inmune. Los probióticos son microorganismos buenos que, al ser consumidos en las cantidades correctas, ofrecen beneficios en la salud de la microbiota intestinal, tales como
:3. Fibra dietética: los prebióticos o fibra dietética son sustancias de origen vegetal que, al ser resistentes a la digestión y absorción en el intestino delgado, transitan al intestino grueso donde se fermentan, brindando beneficios al tránsito intestinal y favoreciendo procesos metabólicos.
4. Omega 3: Las grasas poliinsaturadas (Omega 3) participan en la formación de las membranas celulares y pueden ayudar a prevenir algunas enfermedades cardiovasculares. Las grasas Omega 3 debemos obtenerlas a través de los alimentos como el salmón, el arenque, la sardina, la trucha, los mariscos y en los aceites vegetales de canola y soja o en las semillas de linaza y chía; pues el cuerpo no lo produce naturalmente.
5. Hierro: es un componente activo de sustancias necesarias para la inmunidad y el rendimiento intelectual. Forma parte de la hemoglobina, cuya función principal es el transporte de oxígeno a todas las células del cuerpo.
6. Antioxidantes: los antioxidantes son sustancias que atacan los radicales libres, ayudando a reforzar las funciones del sistema inmunológico. Algunos antioxidantes son los pigmentos que están en las frutas, vegetales y tubérculos de color intenso como: melón, mango, naranja, fr
Nota por la nutricionista Patricia Vial