1. Utilizar envoltorios ecológicos hechos de algodón orgánico, cera de abeja y aceites.
2. Conservar vegetales en un frasco con agua como el apio y la zanahoria para conservar lo crujiente.
3. Congelar nuestras frutas para conversar nutrientes, vegetales o verduras para crear cremas o caldo con los pedazos que nos sobran.
4. Conservar nuestras lechugas, hojas y hierbas en paños húmedos para conservar su frescura.
5. Crear abono con nuestros desechos orgánicos: los granos de nuestro café en la mañana, cáscaras de huevo y todo lo que nos sobra de frutas y verduras que ya no consumiremos.