El viernes 13 de septiembre de 2024 será recordado como un día de profundo luto para la música hondureña. Moisés Canelo, conocido como «La Voz de Oro de Honduras», falleció en la ciudad de Nueva York a los 74 años, dejando tras de sí un legado musical incomparable. El icónico cantante, cuya trayectoria abarcó décadas y fronteras, se despidió tras luchar con problemas de salud, incluyendo un severo derrame cerebral.
Nacido en Limón, Colón, el 9 de julio de 1950, Canelo creció en un ambiente modesto, pero su voz resonante y su talento innato lo llevaron a los escenarios más prestigiosos del mundo. Fue en los barracones de Coyoles Central donde comenzó su carrera musical, y poco después conquistó los corazones de su amado público hondureño.
Moisés Canelo alcanzó la fama internacional tras participar en el Festival Iberoamericano de la Canción OTI, primero en 1974 en Acapulco, México, donde se posicionó en el sexto lugar con el tema «Río Viejo, Viejo Amigo», y más tarde en 1980 en Buenos Aires, Argentina, alcanzando el cuarto lugar con «Tú, mi siempre tú». Estos logros consolidaron su estatus como una de las voces más importantes de Honduras.
Con un repertorio que incluye éxitos como «Latinoamericano», «Noche de Luna en La Ceiba», y «Vaya pues», Moisés Canelo se convirtió en un símbolo del orgullo nacional. Su capacidad para conectar con el público a través de sus letras románticas y su inconfundible voz lo distinguieron como un ícono no solo en Honduras, sino también en escenarios internacionales como el Madison Square Garden de Nueva York, el Performing Arts de New Orleans, y el gimnasio Nilson Nelson en Brasilia.
El carisma y la elegancia de Canelo lo hicieron irresistible para las audiencias de toda América Latina. Además de su carrera musical, era políglota, dominando varios idiomas que le permitieron brillar en distintos países. Hablaba con fluidez inglés, portugués, italiano, francés, y hasta hebreo, lo que le dio una versatilidad única en el mundo del espectáculo.
A lo largo de su carrera, Moisés Canelo compartió escenario con grandes figuras de la música latina como Armando Manzanero, José José, Camilo Sesto y Juan Gabriel, posicionándose como un referente indiscutible en la música romántica.
Entre los momentos más destacados de su carrera, cabe mencionar la composición de la canción «Mensajero de Amor», elegida como himno para la visita del Papa Juan Pablo II a Honduras en 1983. Este acontecimiento marcó un hito en su vida artística y personal, reafirmando su lugar en la historia musical de Honduras.
Hoy, Honduras despide a Moisés Canelo con el reconocimiento de que su legado permanecerá vivo por siempre. Su música seguirá siendo un recordatorio de su talento, su pasión y su amor por su país. Sin duda, su nombre quedará grabado con letras de oro en la historia de la música hispanoamericana. El gran Moisés Canelo, el hombre que llevó el nombre de Honduras al mundo, es y será por siempre un ícono inmortal.
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