Una mujer que encontró en el diseño de interiores mucho más que una carrera: una forma de transformar vidas, espacios y su país.
Conocí a Karen Uclés como se conocen a las personas que ya tienen una marca personal fuerte antes de que alguien la haya definido por ellas: por su trabajo. Era inevitable no notar el sello de One Decor, su firma de diseño de interiores, en distintos espacios que circulaban en redes sociales. No solo por su estética pulida, sino por algo más difícil de explicar: el espacio siempre se sentía.
Detrás de esa imagen, encontré a una mujer creativa, meticulosa, perfeccionista, con un ojo agudo para los detalles… pero también con una historia de formación y visión. Karen estudió Mercadeo y Negocios Internacionales, y aunque el arte y la creatividad siempre estuvieron presentes en su vida, fue su pasión por los espacios —por cómo nos afectan, cómo nos expresan— lo que la llevó a especializarse en diseño de interiores.
Su entrada al mundo del interiorismo no fue casual. Fue un proceso intencional: de curiosidad, estudio y enfoque. A lo largo de los años ha combinado su sensibilidad natural con una preparación constante que le ha permitido conceptualizar espacios con personalidad, funcionalidad y alma.
“Uno nunca puede dejar de estudiar”, me dijo en una conversación. Y en su caso, esa frase no es una recomendación: es una práctica de vida. Porque aunque el gusto se tiene, el criterio se forma. Y Karen lo ha hecho con disciplina.
One Decor nació con una propuesta clara. Desde sus primeros proyectos, supo posicionarse con coherencia visual y narrativa. Usó las redes sociales con inteligencia, comunicó su identidad con claridad y logró conectar con una audiencia que buscaba exactamente lo que ella sabía ofrecer: espacios bien pensados, con buen gusto, pero también con intención.
Su primer gran salto fue una remodelación de lobby de hotel que capturó la atención de muchos. No solo por el resultado, sino por la forma en que supo contar la historia detrás del diseño. Ese proyecto fue el inicio de una serie de intervenciones que consolidaron su nombre como una referencia en el rubro.
El estilo de Karen es versátil, pero su enfoque es único. Minimalismo, ecléctico, clásico o moderno, lo adapta según cada cliente. “Yo no impongo, yo interpreto”, me dice. Escucha, observa, analiza. Su formación en mercadeo le da una ventaja real: entiende cómo piensa la gente, cómo se comporta, cómo conectar emocionalmente con quienes habitan un espacio.
En el universo de Karen, el diseño no es solo decoración. Es experiencia. Es estrategia emocional. Es funcionalidad que respira estética. Observa el entorno, la arquitectura, los árboles, la luz natural. Cada casa, cada proyecto, es una historia que ella ayuda a contar, no a reescribir.
Y ahora, esa historia suma un nuevo capítulo: Diseña Arte, la primera feria dedicada al diseño de interiores y mobiliario hondureño. Karen no solo se ha consolidado como profesional; también como impulsora de la industria. Diseña Arte nace como un evento para conectar a diseñadores, marcas, artesanos, proveedores y artistas, con el objetivo de articular el sector y potenciar el talento local.
“El objetivo no es competir, es conectar”, afirma. La feria propone unir a la comunidad creativa, fomentar el intercambio de ideas, y demostrar que en Honduras ya existe una industria con técnica, visión y capacidad de innovación.
Lo que hoy comienza como un evento, mañana podría consolidarse como una plataforma permanente para el desarrollo del diseño y la construcción en el país. Y si algo queda claro en todo esto, es que Karen Uclés no solo diseña espacios: diseña escenarios donde la creatividad hondureña puede florecer.
Su historia no es solo la de una emprendedora exitosa. Es la de una mujer con criterio y con propósito.
Fotografía: Jose Vargas, Vestuario & Joyeria: Avoka, Estilismo: Dariela Fenández
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