Jacob Elordi no solo conquista la pantalla: también lidera un nuevo canon de estilo masculino. Con el estreno de Frankenstein, su figura vuelve al centro de la conversación pública, pero esta vez el debate va más allá del cine. Desde alfombras rojas hasta capturas callejeras, Elordi ha logrado lo que pocos: ser un referente de moda sin parecer que lo intenta demasiado.
Estilo effortless con precisión quirúrgica
El secreto de Jacob Elordi y su estilo masculino está en su capacidad para combinar lo clásico con lo disruptivo. Su estilo se siente relajado, pero nunca descuidado. Trajes de corte impecable conviven con camisetas oversized, denim bien elegido y siluetas que respetan el cuerpo sin limitarlo. Es la fórmula perfecta entre elegancia natural y libertad estética.
Este enfoque ha conectado con una generación de hombres que busca vestirse con identidad sin perder sobriedad. En un contexto donde la moda masculina explora cada vez más su versatilidad, Elordi representa un equilibrio aspiracional: sofisticado, pero nunca forzado.

El statement está en los accesorios
Si hay algo que verdaderamente ha marcado su sello es su uso de bolsos como piezas clave de expresión personal. Lo que para muchos parecía territorio vedado, Jacob lo volvió tendencia. Desde la Sardine o Andiamo de Bottega Veneta, hasta bolsos de piel estructurados, sus elecciones hablan de un hombre que ya no teme explorar más allá de lo tradicional.
Con esto, Elordi no solo eleva su imagen, sino que redefine códigos estéticos masculinos. Lo que antes era un tabú, hoy es sinónimo de buen gusto.

Bottega Veneta y la consolidación de su estética
Su relación con Bottega Veneta, una de las casas más influyentes del lujo contemporáneo, no es casualidad. Protagonizó la campaña viral Going Places, en la que encarna a la perfección la elegancia silenciosa que define a la marca. En ella, la moda no grita, pero impone. No busca atención, pero hipnotiza.
Sus estilistas, Wendy y Nicole, han sido fundamentales en este viaje. Entendieron que los microdetalles —los cortes, los accesorios, los materiales— son los que construyen una narrativa estética coherente y poderosa. Y con Elordi como lienzo, todo funciona.
Más allá del estilo, una figura en ascenso
Mientras su influencia crece en las calles y redes, su carrera actoral también toma fuerza. En Frankenstein, Elordi vuelve a demostrar que es más que una cara bonita: es un actor con rango, carisma y magnetismo. Y aunque el personaje sea oscuro, su luz en la industria es cada vez más brillante.













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