El pasado 18 de octubre, la promoción 2003 del Colegio María Auxiliadora celebró dos décadas de hermandad con un emotivo encuentro en Tegucigalpa.
Un evento lleno de memorias y alegría
En el corazón de Tegucigalpa, el salón Plaza Juan Carlos fue testigo de un reencuentro cargado de emociones: las exalumnas del Colegio María Auxiliadora conmemoraron su 20 aniversario de graduación. La noche estuvo marcada por abrazos sinceros, risas contagiosas y una energía que solo una comunidad sólida puede transmitir.
Con una ambientación elegante, música nostálgica y detalles cuidadosamente pensados, el evento fue mucho más que una celebración: fue una reafirmación del espíritu salesiano que las formó. Desde la entrada, cada momento estuvo cargado de recuerdos y complicidad.

20 años después, una generación que sigue dejando huella
Durante la velada, se entregaron reconocimientos a compañeras destacadas, se proyectó un video conmemorativo y se realizaron dinámicas que reavivaron memorias escolares. Pero también hubo espacio para reflexionar sobre el camino recorrido: muchas de las presentes hoy lideran proyectos sociales, empresas o causas con impacto positivo en la comunidad.
Esta generación, marcada por los valores del Colegio María Auxiliadora, sigue inspirando por su compromiso, sororidad y presencia activa en diversos ámbitos.

Un legado que se mantiene vivo
El reencuentro de las exalumnas no fue solo una cita con el pasado, sino un testimonio del valor de las conexiones auténticas. En un mundo acelerado, este evento se convirtió en un recordatorio de lo esencial: la amistad, la gratitud y el poder de una red construida desde la juventud.







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